Pero el salón no es sólo la habitación más elegante y cuidada de la casa: es importante que la zona de estar esté diseñada para combinar comodidad y practicidad, prestando atención a factores como el tamaño y la forma de los espacios, la cantidad de luz natural y el tipo de iluminación artificial.
Una tendencia está clara: la vida contemporánea tiende a integrar la cocina, y a menudo una pequeña zona despacho, en una estancia grande y multifuncional. Para dividirlo en dos o tres zonas principales, podemos crear elementos arquitectónicos (como fondos, falsos techos, diferencias de nivel, arcos o columnas) o, más sencillamente, elegir suelos con efectos diferentes. Por ejemplo, si pensamos en un salón de gres porcelánico con efecto madera y una cocina abierta, podríamos combinar la cerámica con efecto piedra o cemento sólo en la zona de cocción. De este modo, separaremos el comedor y la cocina conservando el aspecto diáfano del salón.